Alumnos de la UAM ganan el quinto concurso nacional de juicio oral
Cursarán la maestría en estrategias de litigación oral en la Universidad de California Western School of Law
Estudiantes de la Licenciatura en Derecho de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) resultaron semifinalistas del Quinto Concurso Nacional de Juicio Oral y Audiencias Preliminares, haciéndose acreedores a una beca para cursar la maestría en estrategias de litigación oral de la Universidad de California Western School of Law, en San Diego, California, Estados Unidos.
El equipo conformado por Brandon Torbellín Hernández, Daniel Ramírez Revilla, Gabriela García Piña y Sandra Rosalía Heredia Camacho fue seleccionado como campeón regional en Mérida, Yucatán, lo que valió su pase a la final celebrada en Tijuana, Baja California, luego de competir con 300 grupos.
En entrevista, el licenciado Edgar Fernández Mendoza, asesor académico de los jóvenes ganadores, explicó que el ingreso al certamen se logró con el envío de un video técnico simulando una audiencia inicial y un debate de prueba. “Participamos dos equipos de la UAM, pero sólo uno quedó seleccionado y de 300 participantes quedamos 72 universidades, divididas en cuatro regionales con 18 escuelas cada una”.
“Ganamos y pudimos estar entre las mejores 16 instituciones de educación superior del país, compitiendo con muy buenos adversarios de las universidades Veracruzana, Nacional Autónoma de México, de Sonora y Autónoma de Yucatán”, entre otras”.
La convocatoria es emitida por la Universidad de California Western School of Law, a propósito de la instauración del nuevo sistema acusatorio en México y auspiciada por el gobierno de Estados Unidos a través de la iniciativa Mérida, un programa binacional gracias al cual es posible cubrir gastos de hospedaje, pasajes aéreos y alimentación, pues las escuelas no hacen ninguna aportación económica.
La Casa abierta al tiempo participó por tercera ocasión en el Concurso; “en el primero llegamos al regional, pero el año pasado también conseguimos la semifinal y fueron becados cuatro alumnos. Este año se suman otros cuatro, por lo que podemos decir orgullosos que tenemos en total ocho matriculados en la Unidad Azcapotzalco con beca para estudiar en San Diego”, apuntó Fernández Mendoza.
Desde hace cuatro años se convoca a los jóvenes, pero al inicio acudían muy pocos y “este año que lo anunciamos en redes sociales participaron cerca de 90 y al final fueron seleccionados ocho en un proceso rígido, ya que no contamos con muchos asesores para llevar más equipos al concurso”.
En Derecho hay pocas participaciones de esta naturaleza y el hecho de que sean los estudiantes los que se involucren en esas instancias es muy gratificante. Desde el inicio sabían que no sería fácil ganar esta beca, sin embargo, dedicaron todas las tardes, los fines de semana y las vacaciones por un año para prepararse; “por eso me siento orgulloso de ellos, por su capacidad y empeño para representar a la UAM”, manifestó.
Juan Moncada Negrete, profesor del Departamento de Derecho y coordinador de la Clínica Universitaria de Litigación Penal (CULP), apuntó que la inscripción de alumnos al certamen es relevante, ya que “la Casa abierta al tiempo está preparando como defensores y agentes del ministerio público a quienes en un futuro serán los operadores del nuevo sistema de justicia penal, el cual tiene muchas ventajas respecto del anterior.
El docente, quien imparte las clases de clínica procesal y amparo, resaltó que entre las principales prerrogativas de dicho sistema están la oralidad y la transparencia de los juicios penales, familiares, mercantiles y civiles, pues el público ahora podrá asistir a las audiencias y ver directamente el desempeño de abogados y jueces.
“En un futuro esperamos que los mismos estudiantes sean los nuevos asesores de esta clínica, ya que además participamos en concursos de mediación, uno de los mecanismos alternos de ese nuevo sistema en la solución de controversias”.
Torbellín Hernández, matriculado en el décimo primer trimestre de la Licenciatura en Derecho y capitán del equipo, dijo que supo de la convocatoria por medio de redes sociales, así que “acudí a una reunión donde me aplicaron exámenes y quedé en uno de los cuatro grupos formados en ese momento”.
La labor fue emocionante porque para estar aquí son necesarios conocimientos previos en dogmática penal y técnicas de litigación. “Todo un año estuvimos capacitándonos en oratoria, argumentación jurídica, interrogatorio y contrainterrogatorio”, expuso el alumno, quien resultó ganador también de los premios individuales: mejor contra examen como defensor y mejor litigante como defensor de toda la competencia.
García Piña, del décimo trimestre de la Licenciatura en Derecho, refirió que desde su ingreso a la universidad se interesó por la materia penal, “desde que salió la reforma al sistema penal me gustó mucho, me atrajo. Cuando entré me inscribí al Diplomado que imparte la Unidad y más tarde cuando los profesores iniciaron el proyecto me acerqué, pero hasta el año pasado decidí entrar en la convocatoria de la clínica”.
La alumna que fue reconocida como el mejor contrainterrogatorio como defensa indicó que “la UAM aún debe actualizar más su plan de estudios, pero los docentes son muy buenos. Me siento muy bien de haber ganado, al inicio lo que más me gustaba era hacer alegatos al final los contrainterrogatorios y haber ganado el premio en esta rama fue muy gratificante”.
Ramírez Revilla, quien obtuvo los premios individuales como mejor contrainterrogatorio como fiscalía, objeciones como fiscalía y litigante como fiscal, comentó que se trata de “una experiencia muy satisfactoria porque requiere mucho esfuerzo, compromiso y dedicación. Al final de todo vimos los resultados, pues dedicábamos cinco o seis horas después de clases. Los docentes en la UAM fueron una base muy sólida para llegar al certamen, la universidad es pieza fundamental en nuestra formación”.
El estudiante del décimo trimestre de la licenciatura especificó que abordaron casos que fueron retomados de la vida real, primero, en la fase nacional abordaron el de un ciudadano chino que fue detenido en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México y quien transportaba cinco vejigas natatorias del pez Totoaba cometiendo un delito ambiental.
Posteriormente en la fase regional que se llevó a cabo en la ciudad de Mérida, Yucatán, se trató el caso de un feminicidio y una tentativa de feminicidio de dos mujeres transgénero; “este caso que ocurrió en el estado de Morelos fue nuevo para nosotros, pero nos ayudó a complementar lo que aprendimos de manera teórica, fue complicado pero muy interesante”, concluyó.