21 de noviembre de 2024

OPINIÓN | Mensajes contradictorios causan más contagios y fallecimientos

Una recomendación de parte del personal médico que atiende a pacientes con COVID-19: no se confíen de lo que dice el gobierno, las cosas están más graves de lo que se informa diariamente.

Mensajes contradictorios causan más contagios y fallecimientos

Mensajes contradictorios causan más contagios y fallecimientos. Foto: Reforma

La incongruencia en los mensajes provenientes del gobierno federal, entre los que destacan “vamos bien”, “estamos mejor que otros países”, la “estrategia ha funcionado” y el más reciente “ya vamos de salida”, es la principal causa de que la gente haya roto el “encierro obligatorio” antes de que concluya la denominada Jornada Nacional de Sana Distancia y que el día de ayer, 26 de mayo, se haya convertido en el más alto de personas contagiadas y fallecidas a nivel nacional, con 3 mil 455 y 501, respectivamente.

Lo anterior ya se veía venir desde el domingo 24 de mayo, cuando me confiaron que, en el Hospital de Especialidades “Belisario Domínguez” de Tláhuac, uno de los nosocomios dedicados exclusivamente a la atención de pacientes de Covid-19 en la Ciudad de México, habían fallecido en una sola noche 16 personas, algo totalmente inusual y que dicho reporte se reflejaría en el informe final del martes.

Habrá que tomar en cuenta que las cifras que reporta el vocero de la presidencia en materia de salud durante las conferencias nocturnas llevan por lo menos un día de retraso y además no concuerdan con lo que informan las entidades federativas, como sucedió con Baja California hace algunas semanas y recientemente con Puebla, ya que esta última tiene reportadas 147 personas fallecidas más que las que informó ayer el gobierno federal.  

Volviendo al tema de los mensajes contradictorios, por si las frases antes mencionadas no fueran suficientes ninguno de los funcionarios responsables de atender esta problemática utilizan cubrebocas, empezando por el titular del ejecutivo federal y pasando por el famoso vocero, pero sí exigen a la ciudadanía que los porte cuando ingrese a un establecimiento o se presente en su centro laboral.

Es más, hay tiendas de la colonia donde si no llevas puesto dicho accesorio, simple y sencillamente no te venden nada.

El clímax de la incongruencia fue el comportamiento de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, quien en el interior de una tienda de autoservicio se quitó el cubrebocas para hablar por teléfono mientras compraba vinos para una fiesta.

Mas tarde se quejó de que era acosada por los medios y redes sociales, pero se le olvida que un servidor público deja de tener vida privada desde el momento en que asume una función de esa naturaleza y que todo lo que haga o deje de hacer puede ser noticia.

Sobre el particular es necesario subrayar que en los protocolos para el regreso al trabajo viene incluido el uso del cubrebocas y las fiestas momentáneamente están prohibidas. 

El resultado de esta serie de contradicciones fue que la población abandonara el “encierro» y volviera a las calles de las grandes ciudades, que es donde más se había resguardado, con todas las consecuencias que ello implica, pero la peor es que la cantidad de contagios y de fallecimientos empeoró el día de ayer, que es justo cuando tenía que empezar a mejorar.

Tan seguros estaban en el gobierno federal de que las cosas mejorarían y que no habría más picos en ambos rubros, que la reunión virtual de los gobernadores con la Secretaria de Gobernación giró en torno a los semáforos para retorno a la normalidad y no para seguir atendiendo la crisis sanitaria.

Vale la pena recordar que como resultado de la misma terminó imponiéndose la visión del gobierno federal, por encima del conocimiento de los gobernadores a nivel local y desconociendo las recientes declaraciones del ejecutivo federal en sentido contrario.

Ante esta serie de cambios repentinos en el comportamiento de la pandemia, lo más seguro es que la “Jornada Nacional de Sana Distancia” se prorrogue aunque sea con otro nombre, al igual que el “Hoy no circula”, el reinicio de clases y el retorno a las labores no esenciales, con la consecuente afectación a la economía familiar y del país en su conjunto.

Quizá cada día estemos más cerca del “escenario que nadie quiere”, ese que tiene que ver con los saqueos por parte de la gente que se ha quedado sin dinero y sin empleo, y que probablemente se organice para ir a buscar algo para sobrevivir, aunque de manera ilícita.

Igualmente podríamos estar en la antesala de que la incidencia delictiva retome los niveles que tenía antes del confinamiento y el descenso temporal de todos los delitos a nivel nacional durante el mes de abril sea una anécdota que nos recuerde esos tiempos que no volverán.

Una recomendación final de parte de personal que atiende directamente el problema del coronavirus en el sector público y privado: no se confíen de lo que dice el gobierno, las cosas están más graves de lo que se informa diariamente.


Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

 

Facundo Rosas
Ingeniero Facundo Rosas
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.

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