OPINIÓN – ¿Cuántas muertes más para ajustar la estrategia anti Covid?
¿Será acaso que el gobierno federal dejará que el número de fallecidos por coronavirus disminuyan conforme al proceso de selección natural?
Está claro que la estrategia del gobierno federal para atender la crisis por coronavirus ha fallado, de lo contrario no se hubieran alcanzado el día de ayer los casi 54 mil fallecidos y 500 mil contagios confirmados en cifras redondas.
Otro indicador de que la estrategia ha sido fallida es el enojo del presidente de la República, que el lunes pasado acusó a los medios de comunicación de resaltar el número de muertos en sus notas diarias, incluidos columnistas y articulistas, enfatizando que “tenemos a toda la zopilotada buscando tener planteamientos para cuestionarnos”.
Una pronta revisión a los componentes de la estrategia del gobierno federal, confirma que los encargados de atender la pandemia encabezados por el científico Hugo López-Gatell recurrieron a la teoría de escenarios, la cual es obsoleta y no contribuye a resolver este tipo de problemas, ya que sólo permite enumerarlos y hasta asignarles un nombre, pero no alcanza para identificar siquiera cuál de ellos se presentará con mayor probabilidad.
Lo ideal hubiera sido recurrir a la prospectiva como base de la estrategia, la cual -a diferencia de la anterior- permite identificar la circunstancia que podría presentarse con mayor probabilidad y evitar que ésta suceda.
Todo a partir de la observación y modelado de los patrones de la enfermedad (registrado en innumerables gráficas) y las capacidades institucionales, así como una serie de acciones en las que participen coordinadamente los tres niveles de gobierno y todas las disciplinas que tengan algo que aportar para solucionar el problema, es decir pasar de la sola observación a la intervención proactiva.
Tan no se tomó en cuenta esta nueva forma de resolución de problemas, que el vocero presidencial convertido en responsable de la contención de la pandemia, ha venido dando tumbos desde los primeros contagios y muertes por Covid-19 hasta el día de hoy, sin poder establecer con claridad los ejes rectores de la estrategia, líneas de acción, indicadores cuantitativos y metas con fechas concretas para que el momento previsto no se presente.
En el mejor de los casos, al inicio de la pandemia se aventuró a decir que en un escenario ideal habría 6 mil muertos cuando la emergencia sanitaria fuera superada, pero no precisó qué haría el gobierno federal para evitar esas muertes, en cambio, conforme las cosas se fueron complicando fue construyendo otros escenarios menos favorables sin que informara la razón por la cual la primera estimación no se cumplió y qué haría para evitar que se presentaran las subsecuentes.
El peor pronóstico lo dio a conocer el 4 de junio, a escasos días de concluida la denominada “Jornada nacional de sana distancia”, que dicho sea de paso no fue ni nacional ni sana, porque las autoridades federales no la cumplieron cabalmente y todo se fue complicando al paso del tiempo.
En esa ocasión ratificó la estimación inicial de 6 mil fallecidos, pero también se consideró escenarios de 8 mil, 12 mil 500, 28 mil e incluso uno “muy catastrófico de 60 mil” y al cuestionarle cual de todos los escenarios era el real contestó cínicamente “todos pueden serlo”.
Este tipo de respuestas ante la pandemia, refleja la incompetencia del responsable de atenderla y solo podría provenir del vocero del gobierno federal que fue colocado en esa etérea posición para que el titular del ejecutivo federal no reciba directamente los golpes por una deficiente gestión de la crisis y tenga margen de maniobra para culpar a otros actores de otros sexenios por los nulos resultados, es decir, tener más fusibles de los cuales pueda echar mano si las cosas empeoran aún más.
Tan imprecisos fueron sus tiempos y acciones que ayer iban acumulados casi 54 mil muertes por Covid-19, siendo México el tercer país a nivel mundial en términos absolutos, solo mejor que Estados Unidos y Brasil. Lo anterior apunta a que vamos rumbo al escenario “muy catastrófico” pronosticado por López Gatell.
Queda claro que la estrategia de atención a la pandemia solo tiene dos ejes rectores; el primero consiste en contabilizar contagios y muertes, eso que tanto incomoda al presidente de la República y que todo parece indicar que continuará en cifras altas en tanto no se realicen ajustes, mientras que el segundo es seguir cuidando que las camas y ventiladores no se ocupen para que siempre haya una alta disponibilidad y no dé la impresión de que el sistema de salud pública esta rebasado, además de servir de referente para la construcción del tan cuestionado semáforo epidemiológico.
¿Será acaso que el gobierno federal dejará que el número de fallecidos por coronavirus disminuyan conforme al proceso de selección natural, es decir, que sobrevivan los más fuertes, mientras que los más débiles o aquellos que presenten alguna comorbilidad como obesidad, diabetes e hipertensión pierdan la batalla en sus casas para no asumir su “responsabilidad histórica”?
Cuidado, porque en ese supuesto se podrían encontrar varios integrantes del gabinete presidencial.
¿En eso consistirá el “Plan B” de la estrategia, eufemísticamente identificado como “Lado B”, y solo espera el momento para darlo a conocer en forma desglosada durante alguna de las conferencias mañaneras?
Un apunte final indica que los decálogos también han fallado y sólo han quedado como listados de buenas intenciones, por lo menos eso expresan las cifras de muertes por Covid-19, que ayer volvieron a repuntar, generando inevitablemente el enojo del titular del ejecutivo federal ya que hoy volverán que se difundidos como menos gustan y más calientan.
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.