Adelfo Regino reitera el diálogo con Otomíes que mantienen tomadas las instalaciones del INPI

“El diálogo es el instrumento que tenemos para cerrar las brechas de desigualdad y atender el olvido, el abandono y el reclamo de justicia de las comunidades indígenas residentes en la Ciudad de México, y establecer acuerdos para cada una de sus peticiones”, señaló el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, durante un encuentro realizado con el Movimiento Indígena de la Ciudad de México, integrado por 45 organizaciones indígenas de diversos estados del país.

Luego de que mujeres indígenas de diversas comunidades residentes en la Ciudad de México expresaran el apoyo al INPI y coincidieran en la necesidad de que el grupo otomí que mantiene tomadas las oficinas se siente a la mesa de diálogo, Adelfo Regino reafirmó el compromiso de escuchar todas las voces y acompañar las demandas y necesidades, para construir juntos soluciones y acuerdos.

Acompañado por el representante de la agrupación, Pascual de Jesús González, recordó que hay planteamientos de las comunidades indígenas cuya respuesta se encuentra también en las cámaras de diputados y en el gobierno capitalino, por lo que reafirmó el compromiso del INPI de seguir luchando porque los pueblos indígenas sean atendidos como sujetos de derecho público, que es una de las demandas principales.

En respuesta a las legítimas demandas presentadas recordó que ya se tiene avanzada la iniciativa de ley, producto de la consulta previa, libre e informada a los 68 pueblos indígenas y al pueblo afromexicano, que entre diversas características contempla que los pueblos y comunidades sean sujetos de derecho público.

Durante esta reunión realizada en la sede del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), anunció además el compromiso de que en las reglas de operación de todos los programas del INPI se contemple a las comunidades indígenas residentes en la ciudad de México; además de atender las peticiones de las bandas de música que, dijo, “son el alma de nuestros pueblos”.

Otra de las solicitudes planteadas al INPI por las comunidades residentes es mantener canales de comunicación y atención abiertos de forma permanente, por lo que Regino Montes acordó instalar mesas de diálogo trimestrales para avanzar en la solución de sus peticiones.

Ofreció que en dichas mesas se atenderán tres temas fundamentales: el tema de la vivienda, que es un derecho plasmado en los artículos 2 y 4 de la Constitución; el comercio y la actividad artesanal como sustento económico de las familias indígenas; y las expresiones culturales y musicales que son la base de su identidad.

Previo a la reunión de trabajo se llevó a cabo un recorrido por las instalaciones del MULT, donde fueron inaugurados los servicios sanitarios que se renovaron con el apoyo del INPI, para brindar condiciones dignas a las familias que habitan el lugar.

Entre los principales planteamientos las mujeres indígenas hicieron un llamado al diálogo al grupo otomí que mantiene tomado el edificio central del INPI, pues destacaron que la institución ha trabajado con disposición y de manera coordinada para atender a los pueblos y comunidades.

En un nutrido diálogo, mujeres y hombres expresaran sus inquietudes y problemáticas particulares, entre las que destacan conflictos por los predios que ocupan algunas comunidades en la capital y la falta de espacios para poder expender sus productos, entre otros. La visita del personal del INPI contó con la amenización de la banda Donají y las opiniones se expusieron en un ambiente de respeto entre las partes, que instauraron vías de trabajo y diálogo para revisar la situación de mujeres, niñas y niños que permanecen en la sede del MULT, así como de otras comunidades que acudieron al llamado.