23 de abril de 2024

Las democracias en el mundo se enfrentan a viejos problemas a los que se le agrega el COVID-19, por lo que es necesario procurar que la democracia y las elecciones democráticas no sean una víctima más de la pandemia, afirmó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

 

Durante la presentación de los Reportes de la Comisión de Venecia sobre COVID-19. Estados de emergencia y valores democráticos, celebró que éstos fueron realizados por reconocidos expertos en las diferentes dimensiones de la democracia y el derecho constitucional, en torno a las medidas de emergencia que se han tomado en diversos países para enfrentar la pandemia.

 

Las democracias, dijo, enfrentan desafíos comunes y globales que vienen antes de la pandemia como la desafección social con los gobiernos electos democráticamente; la creciente desigualdad; los riesgos de la polarización en el discurso que cuando se conjuga con la intolerancia pueden surgir pulsiones autoritarias; las noticias falsas y actualmente, al del COVID-19.

 

Córdova Vianello señaló que la pandemia tiene cuatro dimensiones:

 

Sanitaria, porque las democracias y las elecciones implican movilización de muchísimas personas, actos masivos en mítines, millones de ciudadanos acudiendo a votar, justamente lo contrario a lo que implican las recomendaciones sanitarias: distanciamiento y reducir al mínimo el contacto.

 

La dimensión económica, ya que la crisis sanitaria ha provocado una crisis económica que está agravando la desigualdad y pobreza que colocan en una situación de compromiso a las democracias.

 

En tercer lugar, agregó el Consejero Presidente del INE, la dimensión política, pues las situaciones de emergencia inevitablemente implican un momento de tensión para los derechos y la concentración de poderes. En democracia, inevitablemente requieren, también, el incremento de los controles para evitar que el poder político viole derechos.

 

Y, finalmente, mencionó la dimensión social, en donde citó ejemplos de cómo en algunos estados como Chile o en Estados Unidos las protestas raciales corrían el riesgo de trasvasar los cauces institucionales del legítimo derecho de la protesta y, por otro lado, reacciones de distintos gobiernos frente a estas protestas que también rebasaban los límites de la democracia constitucional.

 

En su intervención, el Presidente de la Comisión de Venecia, Gianni Buquicchio sostuvo que ante las situaciones de emergencia declaradas por el COVID-19 es urgente la protección de los valores democráticos, Estado de derecho y derechos humanos.

 

“Debido a la pandemia, los Estados se enfrentan a la difícil tarea de tener que encontrar un equilibrio entre las libertades fundamentales y los principios democráticos, la prevención de las políticas de la salud y la necesidad de poner fin a la crisis sanitaria”.

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