OPINIÓN | “Si por mí fuera desaparecería al Ejército”
En materia de seguridad, todo lo ofrecido por el titular del ejecutivo ha quedado como un chascarrillo y no se puede gobernar por medio de impulsos y frases domingueras
Por extraña que parezca la frase que da título a esta columna, fue pronunciada por el titular del ejecutivo federal en entrevista con el diario La Jornada el 30 de junio de 2019 a propósito del inicio formal de acciones de la Guardia Nacional; sin embargo lo más relevante del caso es que remataba diciendo que “lo convertiría en Guardia Nacional”.
Concluía sus dichos puntualizando que México es un país pacifista que no lo necesita (al ejército), pero no lo podía hacer porque había resistencias.
No se sabe si esta frase fue pensada tal cual o fue un exabrupto, un lapsus o algo parecido en razón de que ese día, desde el campo militar “Marte” se anunciaba el despliegue formal de 70 mil elementos en todo el territorio nacional, la mayoría de extracción militar.
Si bien este fue un evento formal de arranque, lo cierto es que desde el 27 de mayo inició el despliegue de “tropas” tras la publicación de la Ley de la Guardia Nacional en el Diario Oficial de la Federación.
Entre los pronunciamientos de aquel histórico evento, lleno de símbolos, destacó uno que indicaba que “el despliegue de la GN marca el fin de la violencia”, nada más falso e iluso que eso, ya que desde entonces no ha habido un solo mes con menos de 2 mil 600 víctimas de homicidio doloso.
Si de comparar se trata, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto hubo meses con solo 1,350 homicidios dolosos, mientras que con Felipe Calderón hubo meses de tan solo 720 casos.
Otra frase emblemática de López Obrador en aquel 30 de junio fue “no olviden que de su trabajo depende que se lleve a cabo la 4ª Transformación”, al tiempo que admitió que tras 7 meses de trabajo no había avances en materia de seguridad pública; mientras tanto, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana se quejó de que les dejaron un país de “sálvese quien pueda”.
El menos efusivo, por no decir consciente de sus capacidades, fue el comandante de la GN, quien señaló que se debería tener una prudente administración de las expectativas a corto plazo, lo cual traducido al español mexicano quería decir: ni se hagan ilusiones de que vamos a resolver el problema de la violencia.
Lo único cierto es que después de dos años, lo dicho en aquella extraña entrevista a López Obrador parece ser una premonición cumplida ya que con la reciente propuesta de incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional se haría realidad su idea de tener al Ejército mexicano y GN en un solo cuerpo, mejor aún, el presupuesto de la nueva corporación terminaría beneficiando a dicha secretaría.
Además, el segundo aniversario de la GN estará empañado por los acontecimientos del 19 de junio en Reynosa, Tamaulipas, donde un comando asesinó a 15 personas ajenas a cualquier actividad delictiva, por el solo hecho de encontrarlos en su camino.
Este nuevo patrón de operación de los grupos criminales asentados en el estado de Tamaulipas representa un reto para las autoridades estatales, la GN y el propio Ejército mexicano y un riesgo para los mexicanos, que de no atenderse impactará en la percepción de inseguridad que durante la pandemia había mejorado marginalmente.
Queda pendiente otro reto para la GN, el Ejército, las policías estatales y municipales, y consiste en cumplir lo ofrecido por el presidente de la República durante su toma de protesta el 1° de diciembre de 2018 en el sentido de que en un periodo de 3 años reduciría los homicidios dolosos en 50%, cuando en cifras anualizadas, este delito no ha disminuido ni el 1%.
Otra ocurrencia del ex secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien abandonó dicha dependencia para irse a competir por la gubernatura de Sonora, la cual -por cierto- ganó, tiene que ver con que en el mismo periodo de 3 años los niveles de violencia en México serían como los de un país de la OCDE, es decir, una tasa de 3.6 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes.
Esto equivale a disminuir dicho delito en 87% en cifras anualizadas, ya que en 2020 la tasa fue de 29 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, lo cual resulta imposible cuando faltan escasamente 5 meses.
Ese es el tipo de “puntadas” que se han aventado algunos integrantes y exintegrantes del gabinete del presidente López Obrador, pero nadie les puede reclamar nada porque son 90% honestos y tienen 10% de experiencia.
Por lo pronto, en materia de seguridad, todo lo ofrecido por el titular del ejecutivo ha quedado como un chascarrillo y no se puede gobernar por medio de impulsos y frases domingueras.
*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.