OPINIÓN | Todos a la cárcel, menos mis hermanos
Tras fallo de la SCJN de que delitos de defraudación fiscal no serán sancionados con prisión preventiva, el titular del ejecutivo federal estalló en cólera
Tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el sentido de que los delitos de defraudación fiscal y uso de facturas falsas no serán sancionados con prisión preventiva oficiosa, el titular del ejecutivo federal estalló en cólera y antes de anunciar que acatará lo decidido por los ministros, arremetió en contra del poder judicial y a quien se le pusiera enfrente en la mañanera.
Desde su perspectiva quien cometa alguno de éstos delitos debe ir a la cárcel, al igual que los corruptos, quienes en el pasado no iban a prisión por no considerarse delito grave pero hoy las cosas son diferentes.
Sin embargo, no mencionó a ninguno de sus hermanos, quienes son investigados por delitos electorales, aunque en una de esas les podrían configurar alguno relacionado con la corrupción por haber recibido dinero en efectivo.
Pero volviendo al fallo de la corte, López Obrador destacó que uno de los tres mensajes que tiene dicha decisión es que todavía hace falta lograr que en los otros poderes, como el judicial, se castigue por igual a todos los que cometen un ilícito y que la justicia no esté más al servicio del dinero, además de que va en la línea de seguir protegiendo la corrupción y a las minorías, como en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari -a quien dicho sea de paso dejó de referirse como “el innombrable”- cuando los corruptos tenían la posibilidad de salir bajo fianza.
No es la primera vez que públicamente manifiesta su inconformidad con las decisiones tomadas por el poder judicial, porque del legislativo no tiene queja alguna, en particular la Cámara de Diputados ya que todas sus “instrucciones” disfrazadas de iniciativas son acatadas por Morena, máxime si desde el púlpito presidencial ordena que no se le quite ni una coma, aunque lleve faltas de ortografía y de sintaxis.
Lo que en realidad quiere decir el presidente de la República con este tipo de comportamiento es que a 35 meses y 4 días de que termine su mandato el poder comienza a diluirse en sus manos y siente que no le va a alcanzar el tiempo para culminar la denominada cuarta transformación, más allá de los 100 compromisos redactados en gerundio o con verbos en infinitivo que dio a conocer el día de su toma de protesta , de los cuales dice haber cumplido el 99% a la mitad de su mandato y que sólo se encuentra pendiente el referente a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, de quienes dijo a sus padres que “los volverían a abrazar”, no solo conocer la verdad de lo que sucedió la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Para disimular su estado de ánimo, después de mostrar su enojo por los casos que no salen como él quisiera, como el del fallo de la Corte, el titular del ejecutivo federal trata de construir un discurso medianamente conciliador, sin embargo su lenguaje corporal lo delata y nos lleva a la conclusión de que las palabras dicen una cosa y los gestos otra. Para confirmar lo anterior aquí va otro botón, cuando dijo que no odia a Rosario Robles y que por el contrario, él es feliz, sus gesticulaciones demostraban todo lo contrario.
Antes de cerrar su conferencia mañanera del día de ayer volvió a citar su frase de que “por encima de la ley debe estar la justicia”, tal vez lo dijo porque para él lo justo es que sus hermanos anden libres y no en la cárcel.
Solo le faltó decir una vez más que él “ya no se pertenece”, como si eso le permitiera sacudirse todos los señalamientos en contra de sus familiares que han salido a la luz pública y que más de uno ha golpeado su aún alta línea de flotación.
*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.