26 de abril de 2024

Ciudad de México, a 4 de octubre de 2022.- En el marco del Día mundial de la nanociencia, que se conmemora cada 9 de octubre, resulta indispensable reflexionar sobre esta disciplina con la que México se vinculó por primera vez hace 20 años. Desde entonces, el camino de los científicos y profesionales de las diversas especialidades que engloba esta práctica ha estado lleno de retos, pero también de muchos logros.

 

Los líderes mundiales de la nanociencia, es decir, de la disciplina que se encarga de investigar y descubrir tanto los comportamientos, como las propiedades de materiales a dimensiones correspondientes hasta de una millonésima parte de un metro, son Estados Unidos de América y China. A pesar de que México está lejano a ocupar una posición global significativa, en América Latina se posiciona en el segundo lugar, siendo Brasil el líder de la región.

 

La industria de la nanotecnología, cuyo valor estimado global para 2024 asciende a 125 mil millones de dólares[1], permite la creación de nuevas estructuras, materiales y dispositivos[2]. Las innovaciones resultantes de esta práctica desarrollan avances científicos en diversos sectores como la salud, alimentos, cosméticos, medio ambiente, tecnología e industria.[3]

 

La relevancia de los nanomateriales radica en que gracias a su tamaño- entre 100 y 1 nanómetros, presentan propiedades únicas que afectan las reacciones físicas, químicas y biológicas, es decir, se comportan de maneras diferentes a las que comúnmente conocemos, esto permite hallar nuevas aplicaciones y mejorar sus desempeños”, explicó la Ing. Gabriela León, quien diseñó la nano biomolécula contenida en los productos Éviter, patentada en más de 100 países.

 

El interés global en el desarrollo de la nanociencia y nanotecnología, han incrementado las inversiones tanto públicas como privadas en este sector. Estimaciones apuntan que la inyección de capital en esta industria es cercana a un cuarto de Billón de dólares, situación que puede ser capitalizada por los investigadores de todo el mundo[4].

 

Hasta el 2013, la CDMX, Nuevo León, Estado de México, Querétaro y Jalisco eran las entidades que destacaban a escala nacional en el desarrollo de nanociencia, en donde se agrupaban los poco más de 500 científicos dedicados a esta disciplina. Actualmente, debido a la escasez de censos destinados a analizar el estado del sector, es imposible precisar la cantidad de talento nacional enfocado en esta industria.

 

Los nanomateriales en beneficio de la salud

 

La contingencia por COVID-19 catapultó el desarrollo de investigación y aplicación de nanomateriales. Tan solo por mencionar, las vacunas con las que se ha inmunizado a gran porcentaje de la población global incluyen nanomateriales en sus componentes.

 

“Los nanomateriales permiten no sólo eficientar el uso de las materias primas necesarias en cualquier proceso de producción, sino que, en el caso de la industria de la salud, facilita la biodisponibilidad de las sustancias activas, es decir, mejora absorción, permitiendo que la cantidad adecuada no sólo ingrese al organismo, sino que se mantenga disponible en el sitio de acción”, explicó Gabriela León, ingeniera Bioquímica de la UAM y CEO de Éviter.

 

Actualmente, la mayoría de los nanomateriales aplicados en la industria de la salud se enfocan en el control de neoplasias, incluyendo los antieméticos, así como el tratamiento de padecimientos metabólicos, sin embargo, existen todavía muchas áreas por desarrollar.

 

En Éviter somos pioneros del uso de nanomateriales en la salud. Desde hace 10 años desarrollamos una nano biomolécula, capaz de eliminar más de 50 patógenos, entre virus, bacterias, micobacterias, hongos y esporas, sin causar resistencia, ni ningún efecto a la salud ni el medio ambiente. También desarrollamos suplementos alimenticios con vitamina C y Zinc que fortalecen al sistema de defensas, principalmente frente a enfermedades de tipo respiratorio”, finalizó Gabriela León.

 

La efectividad y seguridad de las innovaciones desarrolladas por la Ing. León han sido comprobadas y avaladas por instituciones nacionales e internacionales. Recientemente, el Journal of Nano Research, publicó un estudio que afirma que Éviter es no carcinógeno, mientras que Health Canadá, la agencia regulatoria sanitaria de ese país, avaló el uso de GasdemB.

[1] https://pubs.rsc.org/en/content/articlehtml/2022/na/d2na00439a

[2]https://www.cdc.gov/spanish/niosh/topics/nanotecnologia.html#:~:text=La%20nanotecnolog%C3%ADa%20es%20la%20manipulaci%C3%B3n,%2C%20energ%C3%ADa%2C%20materiales%20y%20fabricaci%C3%B3n.

[3] https://pubs.rsc.org/en/content/articlehtml/2022/na/d2na00439a

[4] íbid.

 

 

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