24 de marzo de 2024

Los cables submarinos permiten la conectividad del mundo

México se conecta a los cables submarinos Arcos y Cruce Panamericano en las poblaciones de Cancún y Tulum; y en Mazatlán y Tijuana, respectivamente (Telegeography).

Difícilmente tendríamos un internet, tal como la conocemos actualmente, si no existieran los cables de fibra óptica submarinos. A pesar de no preocuparnos nunca por cómo “viaja” nuestra comunicación entre los océanos, el sistema de cableado submarino es responsable de cerca del 95% de las comunicaciones transoceánicas en todo el mundo. El para qué sirven los cables submarinos es sencillo: son los encargados de mantenernos conectados.

 

De acuerdo con Telegeography, en 2023 se contabilizan 529 sistemas de cable que conforman una potente red de cables submarinos de internet, comunicando así a países y continentes. Se estima que entre 2022 y 2024 se invertirán al menos US$10 mil millones en el sector de cables submarinos en el mundo.

 

Los principales impulsores de esta demanda creciente son las empresas proveedoras de servicios en nube (Hyperscale Cloud Providers) y las grandes empresas que proveen contenido por streaming.

 

Este número cambia constantemente, ya que el total varía a medida que las nuevas empresas operadoras ingresan al mercado. Se observa, asimismo, el remplazo de cables antiguos por otros más nuevos, por cuestiones de inactividad, rotura u otros accidentes. Con la tecnología actual, están diseñados para durar al menos 25 años, pero la mayoría se reemplaza antes por razones económicas, sustituyéndolos por cables de nueva generación con más capacidad y tecnología.

 

¿Qué hay dentro de los cables submarinos?

 

Un cable submarino está hecho de fibra óptica y mide cerca de 3,5 cm de diámetro. Los equipos de emisión láser en una punta emiten señales de luz a través de los filamentos de fibra de vidrio, hasta los receptores en el otro extremo del cable. Los cables pueden transportar hasta 224 Tbps. Estas fibras están envueltas en varias capas de plástico, metales y otros materiales que incluyen vaselina, cobre, policarbonato, acero y polietileno. A mayor profundidad de las aguas donde se colocarán los cables, más resistente deberá ser el revestimiento.

 

Y, por supuesto, probablemente se esté preguntando si son a prueba de tiburones y demás peligros de las profundidades marinas. Sí, son muy resistentes. Entre 2007 y 2014, por ejemplo, no se registraron fallas a causa de estos animales; sin embargo, la pesca y el fondeo son las principales causantes de defectos en estos equipos, además de los terremotos.

 

Dentro de los cables existen filamentos extremadamente delgados, similares al grosor de un cabello humano y también hay un cable especial que transmite energía eléctrica para alimentar los amplificadores que están en el lecho del mar. Para componer esta tecnología, existe un equipo fundamental que garantiza que la información se transmita con la velocidad necesaria: el amplificador/regenerador, que se instala cada 100 km, y amplifica la señal pasándola al tramo siguiente. En general, es uno de los diferenciales para este tipo de servicio, ya que la tecnología de los cables en sí es bastante similar.

 

¿Cómo se realiza la instalación de un cable submarino en el fondo del mar?

Se lanzan mediante barcos especializados y específicos para realizar este trabajo, que además cuentan con la capacidad para reparar los equipos dañados. Son embarcaciones de aproximadamente 145 metros de eslora, 8,5 metros de calado y pueden transportar 8,500 toneladas de cables, además de barcos auxiliares más pequeñas y robots. Durante la instalación, los navíos pueden permanecer en alta mar durante 40 días seguidos aproximadamente.

 

Pero no crea que solo se trata de llegar a un punto determinado y tirar el cable. Antes de esto, por supuesto, las empresas trabajan en extensos estudios de las rutas de los barcos, donde fondean, examinan la topografía del fondo marino y consideran un sinfín de atributos más para garantizar la seguridad de la inversión. Sin pasar por alto las aprobaciones de los respectivos países.

 

Además, en líneas generales, las redes de estos cables se construyen en anillo, circundando países o continentes, con el fin de garantizar la redundancia para la protección y autorrecuperación del tráfico en caso de falla.

 

Un poco de historia

 

Los cables submarinos se inventaron en 1870, después de la creación del telégrafo en 1837 y conectaron a América del Norte con Europa. Pero no piense que el trabajo fue sencillo y que funcionó enseguida luego del primer intento. Se hicieron dos intentos para instalarlos, ya que los cables se rompían fácilmente.

 

Al principio, solo se usaban para la red de telégrafos. El sistema era bastante lento, transportaba pocas palabras por minuto y presentaba muchas fallas. Unos 90 años después, la invención del cable coaxial, en 1956, hizo posible la comunicación entre varias personas simultáneamente. Fue en la década de los 70 cuando aparecieron los primeros cables ópticos, que actualmente están en uso, pero mucho menos modernos que los actuales. Y en 1988 se lanzó comercialmente el TAT-8, primer cable óptico transatlántico con 280 Mb. Operó durante 14 años, y en el 2001 el TAT-14 ya contaba con 3,2Tb. Cuatro veces más capacidad en 12 años.

 

A modo informativo, cabe recordar que en 1995, la transmisión de datos de comunicaciones se realizaba, en un 50%, a través de cables submarinos, y el otro 50%, utilizando satélites. Actualmente, esto cambió completamente: los cables representan el 95%. Los satélites son excelentes para otros fines, como conectar aquellos lugares a donde la fibra aún no ha llegado o para la distribución de contenido de uno a varios puntos. Además, los cables de fibra son capaces de transmitir más datos a un costo menor.

 

En tierra firme

 

Al llegar a los continentes, los cables se conectan a las estaciones, que regeneran la señal óptica, la separan en canales y luego la distribuyen a los consumidores finales.

 

Y es ahora cuando entran a jugar los grandes diferenciales para realizar la transmisión de datos y el momento en que la especialización y la tecnología de Cirion marcan la diferencia. Para que este servicio sea rápido, seguro y estable, se garantiza una red de cables submarinos con más de 36 mil km en la región de América Latina, que se suman a la red de socios, que conectan al mundo.

 

Además, contar con data centers ampliamente conectados es fundamental, ya que se les considera el cerebro capaz de analizar y procesar la información. En ese sentido, contamos con 18 data centers y más de 4.300 cross-connects que nos permiten conectarnos con todos los equipos de este tipo en el mundo. O sea, con nuestros servicios, su empresa adquiere visibilidad en todo el planeta, con una transmisión confiable y extremadamente veloz, ya que nuestra estructura interconectada evita que los datos viajen en redes de terceros.

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