La Economía Circular como una nueva forma de vida

19 de junio de 2024.- En la actualidad, es innegable que nos enfrentamos a una crisis medioambiental de proporciones globales. El calentamiento global, la contaminación del agua y del suelo, la deforestación, la pérdida de biodiversidad y otros males ambientales son manifestaciones palpables de esta crisis que nos afecta a todos por igual. Sin embargo, existe un consenso cada vez mayor a nivel mundial sobre la necesidad de transitar de una economía lineal a una economía circular como vía para abordar estos problemas.

¿Es verdad que el reciclaje nos da una solución?

«Les tengo una mala noticia, Europa hace 30 años instaló el modelo de reciclaje, donde hoy es obligatorio para la población la selección de basura para poder entregarla en forma adecuada para que esta pueda ser reciclada, pero lo relevante es que después de 30 años de implementado el sistema y educado arduamente a la población hoy en Europa sólo se recicla el 40% de los residuos recolectados, y si hacemos foco en los envases recolectados sólo se recicla el 60% del material, hay un 40% de ese material que no es reciclado» mencionó Paolo Mazza, CEO de Mercado Circular.

Al imaginar la ciudad del futuro, nos encontramos con una visión radicalmente distinta, la producción local para el consumo se erige como la norma, y los productos que no puedan fabricarse localmente seguirán un encadenamiento productivo diferente al que conocemos en la actualidad. En este contexto, acciones como producir cerveza en México para consumirla en Rusia o extraer agua en un país para que la beba un ciudadano de otro se considerarán inviables debido a la huella de carbono que generan.

Además, esta ciudad del futuro se caracteriza por una comunidad altamente organizada y consciente de su consumo. Se fomenta la reducción del consumo y se penaliza la generación de residuos y basura. Los hogares están diseñados de manera que la mayoría de los bienes se encuentren en empaques retornables o reutilizables, evitando así la generación de desperdicios.

Al abordar la transición hacia una economía circular, la Fundación Ellen MacArthur establece tres principios fundamentales: eliminar los residuos que generan contaminación, circular los productos y materiales en su valor más alto y regenerar la naturaleza. Esta mariposa de la economía circular nos presenta desafíos claros en cuanto al consumo responsable.

El primer paso hacia esta nueva economía es la reducción del consumo. Esto implica un cambio de hábitos en toda la población, desde cocinar solo lo necesario hasta compartir eficientemente bienes duraderos de uso ocasional. Una vez realizados estos esfuerzos, el siguiente paso es encontrar un segundo uso para los desechos generados, ya sea reparándolos o dándoles un nuevo propósito. Luego, se promueve el reúso, modificando las cadenas de valor lineales por unas circulares, donde los envases puedan ser utilizados múltiples veces antes de llegar al final de su vida útil.

Sin embargo, es crucial entender que el reciclaje, si bien es necesario, no es suficiente para abordar la crisis medioambiental que enfrentamos. Después de décadas de implementación en Europa, donde se han educado arduamente a las poblaciones y se han establecido sistemas de separación de basura, solo se recicla una fracción de los residuos generados. Esto demuestra que debemos enfocarnos en todas las alas de la mariposa de la economía circular, y no solo en el reciclaje, si realmente queremos lograr un cambio significativo.

La Ciudad de México es un ejemplo destacado en la recolección de envases plásticos, pero incluso aquí, el reciclaje no es la solución definitiva para la contaminación plástica. Se necesitan medidas más profundas y sistémicas para abordar esta problemática.

En conclusión, la economía circular no es simplemente una opción entre muchas, sino una nueva forma de vida necesaria para enfrentar la crisis medioambiental que enfrentamos. Requiere un cambio de hábitos tanto de individuos como de empresas, y debemos comprometernos con todas las etapas de este modelo si queremos realmente hacer una diferencia.