El Manifiesto de Córdoba: un llamamiento a la paz y la fraternidad
El I Foro ‘Del Diálogo Islamo-Cristiano a la Familia Abrahámica’ presenta sus conclusiones en una jornada donde se ha reafirmado la coexistencia religiosa
Tras cuatro sesiones donde se abogó por el entendimiento entre religiones con el fin de vivir en un mundo en paz, el I Foro ‘Del Diálogo Islamo-Cristiano a la Familia Abrahámica’ ha llegado a su fin.
El evento, organizado por la Fundación for Islamic Culture & Religious Tolerance (FICRT), se ha clausurado con un manifiesto donde se reafirma el compromiso con la paz y la fraternidad.
Después de las intervenciones de diferentes personalidades religiosas, políticas e intelectuales de varias partes del mundo “y recogiendo la mejor herencia patrimonial, espiritual y cultural, de la figura simbólica del patriarca Abraham”, el Foro ha presentado el Manifiesto de Córdoba.
El texto, leído en tres idiomas —árabe, español e inglés—, fue presentado por Jumaa Alkaabi, presidente de FICRT; Susana Brauner, profesora e investigadora; Nedal Alteneiji, directora de la Casa Zayed de la Cultura Islámica; y Rafael Vázquez Jiménez, encargado de las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española.
El Manifiesto de Córdoba se conforma de cinco puntos donde se apela a la “responsabilidad personal y colectiva a favor de la vida, la paz y la justicia”, así como la necesidad de “resolver los conflictos mediante leyes justas”.
El Foro aboga también por el “respeto a la vida y a la paz, basándose en la dignidad de todos los seres humanos y en la justicia social”; además de insistir en el “diálogo entre personas, pueblos, creencias y culturas”.
Por otro lado, también se han presentado las conclusiones del I Foro ‘Del Diálogo Islamo-Cristiano a la Familia Abrahámica’. En este sentido, Jumaa Alkaabi ha presentado algunas de las conclusiones de este evento. El presidente de FICRT resalta el objetivo del acontecimiento: rechazar a la violencia y la discriminación y combatir el terrorismo para llegar a un punto de encuentro en pro de los intereses de la humanidad.
De acuerdo con Alkaabi, esto se tiene que desarrollar “evitando la discrepancia e impulsado la aceptación entre nosotros”. El presidente de FICRT reconoce que “queda mucho trabajo”, aunque asegura que lo que se ha planteado en Córdoba durante estos dos días “ha sido muy especifico y representa una base para el futuro”.
Alkaabi ha indicado que no solo las tres confesiones monoteístas están invitadas a este diálogo, sino que todas las creencias pueden participar “para conseguir un futuro que garantice la paz”. En este punto ha destacado el papel de Emiratos Árabes Unidos y en concreto el proyecto de la Casa de la Familia Abrahámica.
“El camino es largo y habrá desafíos, pero confío en la capacidad de superarlos combinando nuestros esfuerzos”, concluyó Alkaabi.
Francisco Javier Fernández Vallinas, profesor de Estudios Hebreos y Arameos en la UCM, también ha presentado algunas de las conclusiones de este evento. El académico ha ensalzado el valor simbólico de la Casa de la Familia Abrahámica en Emiratos Árabes Unidos.
Fernández Vallinas también subrayó el “compromiso con los valores éticos comunes” y las “exigencias morales ante los desafíos y problemas que el actual mundo está ocasionando en relación con la paz regional y mundial”.
En palabras del profesor, las propuestas novedosas y relevantes presentadas “interpelan a la propia comunidad académica y al propio devenir de las religiones”.
Durante este evento se han recogido testimonios del Magreb, España, Egipto o Indonesia. Por otro lado, han estado presentes diferentes confesiones, incluidas aquellas religiones no abrahámicas, como el budismo. Este diálogo diverso se ha producido de una manera sincera.
Declaración por la Vida, la Paz, y la Justicia y la Fraternidad
El Foro de Córdoba, “Del diálogo islamo-cristiano a la familia abrahámica”, en el que han participado diferentes personalidades religiosas, políticas e intelectuales de todos los continentes, recogiendo la mejor herencia patrimonial, espiritual y cultural, de la figura simbólica del patriarca Abraham, desea manifestar en esta hora del mundo global lo siguiente
- Llamar a la responsabilidad personal y colectiva a favor de la vida, la paz y la justicia desde un renovado compromiso con la dignidad de toda persona humana desde el cumplimiento efectivo de los Derechos Humanos.
- El drama y la fe de Abraham nos hace ser conscientes de la vida como el bien más preciado, pero también de la fragilidad de la vida humana. Muchas son sus debilidades y desafíos, como el hambre y la enfermedad, pero la guerra es sin duda su lacra mayor y humanamente evitable.
- Nuestra manifestación en favor de la paz implica la necesidad de resolver los conflictos mediante un nuevo orden internacional con leyes justas, que sean acatadas por todas las naciones, lo que implica que estas naciones respeten los derechos humanos de todos sus ciudadanos.
- Por su vocación de universalidad, las religiones coinciden en su decidido compromiso en pro de la fraternidad y por ello deben dirigirse a cada uno de sus fieles y, en general, a todos los hombres y mujeres con un mensaje radical e inequívoco de respeto a la vida y a la paz, basándose en la dignidad de todos los seres humanos y en la justicia social que la garantice.
- Apelamos así a la conciencia de una ética general, que propicie el diálogo entre personas, pueblos, creencias y culturas para los fines enunciados.
En Córdoba a 17 de mayo de 2022