Analizan en el Valle Film Fest las dificultades y oportunidades de las industrias cinematográficas emergentes
Los productores Tania Benítez, Leonardo Zimbrón y Marco Salgado, así como el cineasta Alejandro Valles González compartieron sus experiencias en el actual universo cinematográfico mexicano
El segundo día de actividades del Festival Internacional de Cine Avándaro//Valle de Bravo se cumplió uno de los objetivos fundamentales: acercar a la comunidad vallesana y a los visitantes nacionales e internacionales con los productores Tania Benítez, Leonardo Zimbrón y Marco Salgado, así como el cineasta Alejandro Valles González, quienes compartieron su experiencia en la industria nacional.
En el salón Cinco Rodavento, Leonardo Zimbrón (“Nosotros los Noble”) hizo eco de su labor al lado de otros colegas, como Mónica Lozano, en la creación de los actuales estímulos fiscales como Fidecine, Foprocine y Eficine que generaron un aumento en la producción fílmica nacional que en 1997 estaba por debajo de las 22 películas y en 2018 llegó a 180.
“Este esfuerzo está generando los resultados, pero no ha sido un camino fácil, hoy en día el tema es en la distribución o la elección de proyectos que es perfectible; cada sexenio nos hemos levantado en armas para mantener lo logrado con el Congreso (de la Unión) y el equipo de la Secretaría de Cultura”, explicó Zimbrón.
Los encargados del funcionamiento técnico de la industria nacional participaron en la mesa redonda Industrias Cinematográficas Emergentes – Dificultades y Oportunidades, en el que analizaron lo fundamental de establecer nuevos objetivos para el cine mexicano, que incluya un esquema de exportación de contenido.
El productor Marco Salgado puso énfasis en la relevancia de conocer la realidad y el estado en el que se encuentra el universo cinematográfico actual, para tener claro cuál mercado atacar con la propuesta audiovisual: “Es detectar dónde hay demanda de contenidos; en cine hay que entender que México es uno de los países más subsidiados de Iberoamérica.
“Pero hay que prepararse, conocer en qué consisten los fondos y se reciban con responsabilidad, porque han dado salida a talento emergente, el fomento a la perspectiva de género, la democratización de la tecnología, la proliferación de las coproducciones y la plataformas nos han ayudado a generar una identidad y nos ayuda a tener regularidad en festivales”, agregó Salgado.
Tania Benítez mencionó lo necesario de la educación en el ciclo virtuoso que pueden ser las industrias emergentes, además de lo indispensable de aprovechar la experiencia y habilidades de generaciones que han trabajado el séptimo arte en 35 mm y aquellos ya familiarizados con las bondades de la digitalización, así como incentivar la profesionalización de todas las áreas.
El panel coincidió en que una buena historia es el principal elemento en esta nueva realidad de la industria y que la tecnología debe ser puesta al servicio de la narrativa. El cineasta Alejandro Valle aplaudió el apoyo que se le da a “las nuevas voces” y pugnó por no dejarlas de lado en este momento de transición en el que se debe buscar una “diversificación del lenguaje cinematográfico”.