19 de abril de 2024

En Iztapalapa se han retirado 771 armas de fuego, entre armas cortas, largas y granadas, así como más de 451 mil cartuchos de diversos calibres, y aún quedan muchas en las calles, afirmó la alcaldesa Clara Brugada Molina al poner en marcha la treceava etapa del programa Sí al desarme, Sí a la paz, en el pueblo de Santa Cruz Meyehualco, a cuyos habitantes llamó a deshacerse de todos los artefactos que ponen en peligro la vida de la gente.

 

Las 771 armas de fuego –cortas, largas y diversos tipos de granadas– equivalen al 19.15 por ciento de las 4 mil 26 que se han canjeado en toda la Ciudad de México durante este año, es decir, el canje de prácticamente una de cada cinco armas por dinero que se realiza en la capital del país se lleva a cabo en Iztapalapa, donde el programa ha sido permanente con el propósito de construir la paz en esta demarcación.

 

En cuanto a los cartuchos de diferentes calibres que se han cambiado por recursos económicos, en toda la ciudad se han retirado 856 mil 105, pero sólo en Iztapalapa se han entregado 451 mil 523, que representan 52.74 por ciento del total. En este rubro, como en el de armas en general, esta demarcación es la que más ha contribuido a los objetivos de Sí al desarme, Sí a la paz.

 

Esta vez y durante dos semanas, el módulo de canje de armas estará ubicado en la parroquia del Señor de la Santa Cruz, ubicada en la calle Cuauhtémoc esquina con Francisco I. Madero, pueblo de Santa Cruz Meyehualco, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas.

 

En su mensaje, la alcaldesa Clara Brugada resaltó que el canje de armas ha contribuido a reducir en más de 30 por ciento la incidencia de delitos de alto impacto en la Ciudad de México, por lo que convocó a los habitantes de Santa Cruz Meyehualco, de las colonias aledañas y de toda la demarcación a aprovechar esta oportunidad de eliminar las armas de la casa y evitar los peligros que éstas representan para las familias.

 

También exhortó a la población a celebrar de manera pacífica las fiestas patronales de los pueblos originarios, de los barrios y de la colonia. “No puede ser un pretexto la fiesta para echar balazos y consumir alcohol en una situación bastante delicada que se vive. Parece que las fiestas se hacen para lograr la violencia y no para fortalecer la convivencia y recuperar las tradiciones”. Recordó que mucha gente ya no acude a las fiestas por temor.

 

Expresó su reconocimiento a las secretarías de Gobierno y de la Defensa Nacional, a la Procuraduría General de Justicia, Tribunal Superior de Justicia capitalino y en esta ocasión al párroco Rafael de Jesús Rocha, por el apoyo a esta etapa del programa de desarme voluntario, cuyo objetivo es prevenir la comisión de delitos y construir la paz en la demarcación.

 

A su vez, la directora general de Gobierno de la Ciudad de México, Adriana Contreras Vera, subrayó que el programa Sí al desarme, Sí a la paz ha sido exitoso en tanto que la cantidad de armas y cartuchos retirados de las calles representa vidas salvadas o menos personas lesionadas, por lo que conminó a la población a llevar sus armas.

 

Destacó también que es el momento de cambiar la formación de los niños y las niñas y evitar tanto la fabricación como el uso de juguetes bélicos, con el propósito de que la población infantil no considere normal el uso de armas, aunque sean supuestamente recreativas, y llamó a los jefes de familia a llevar a los menores a cambiar sus juguetes bélicos por otros de carácter educativo.

 

Al hacer uso de la palabra, la subprocuradora de Averiguaciones Previas Desconcentradas, Margarita Vázquez Sánchez, convocó a la población a entregar sus armas sin temor y con confianza, ya que no hay represalia o investigación sobre la procedencia de los artefactos, cuyo uso aumenta la violencia en las calles, genera la pérdida de seres queridos y su inadecuado empleo ha causado lamentables accidentes. Recordó que su uso en disparos al aire ha privado de la vida o lesionado a inocentes, incluso niños, por eso es de reconocerse la existencia de este programa.

 

A su vez, el magistrado de la séptima sala penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Enrique Cedillo García, resaltó el carácter preventivo de este programa a través del canje de armas por apoyo económico. Subrayó que quitar de las manos irresponsables un arma de fuego, siempre será prevención y con ésta se detienen los delitos y hay más orden social.

 

El párroco Rafael de Jesús Rocha enfatizó que la construcción de la paz es fruto de la calidad humana de cada persona y de la unión de todos los que desean el bien común, que es más fuerte que todo aquello que causa daño a la sociedad. Consideró un honor participar en estas acciones y garantizó todo el apoyo de la parroquia al programa.

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