27 de abril de 2024

No me veas I Opinión

Opinión de Laura Garza 1 de agosto de 2023

New York (United States), 01/08/2023.- Migrants wait outside of the former Roosevelt Hotel in New York, New York USA, 01 August 2023. The former hotel, which is the city's largest intake center for migrants, is filled to capacity and migrants are being forced to sleep on the sidewalk. (Nueva York) EFE/EPA/SARAH YENESEL 23829

Taparse el rostro para que no identifiquen tu identidad. Bloquear tu mirada para no ver lo que te está pasando. Mirar hacia otro lado porque no puedes comprender por qué llegaste hasta allí.

 

El ser humano y sus distintas capacidades de adaptarse, a veces se ven mermadas por otros seres humanos, por leyes y reglas que le impiden salir adelante.

 

La mayoría de las personas que salen de sus países es porque ya no encuentran manera de defenderse ante un sistema que no les da seguridad ni les ofrece una mínima posibilidad de vivir dignamente.

 

Recorren kilómetros caminando, en camiones, en vagones del tren, de rait en rait arriesgando sus vidas y ni se diga de las mujeres que deben de sobrevivir sin ser tocadas, amenazadas o violadas.

 

Hoy muchos de ellos están en el piso de alguna calle en Nueva York esperando un espacio para poder dormir bajo techo y poder tramitar sus papeles para salir a trabajar y cumplir ese “sueño” de vivir mejor.

 

Los inmigrantes que duermen en el piso uno tras otro llegaron de Venezuela, Colombia, Nicaragua, Ecuador y también de Senegal y Mauritania. Son cientos de personas que se suman a la crisis humanitaria que Estados Unidos no ha sabido cómo resolver.

 

Hoy que escribo desde Miami, las calles siguen siendo el hogar de muchos. Las bancas en los parque o debajo de los puentes, son espacios que han sido invadidos por hombres y mujeres que no tienen dónde dormir y terminan allí, tapándose del sol o durmiendo sobre el pasto.

 

La foto de la fotoperiodista de EFE Sarah Yenesel, captura a esta mujer que se tapa la cara y al hombre acostado que usa un periódico para no ser reconocido me impactó porque es una respuesta evidente: “no me mires, no tengo una cara digna para salir en tu foto mientras estoy tirado en el piso, sin casa, sin comida, sin nada”.

 

Están allí con la vergüenza y la desesperación de no poder hacer nada, mas que esperar. Ya están «del otro lado» pero sin nada.

 

Los inmigrantes no solo se exponen a morir, también a perder su dignidad como ser humano.

 

Las leyes no siempre son justas, y los derechos no siempre se respetan.

 

“No me veas” es un grito desesperado que se escucha en una imagen como esta.

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