25 de abril de 2024

OPINIÓN | Pitahaya tabasqueña contra productos chatarra

López quería promover el consumo de la pitaya, pero no se detuvo a pensar que lo que él estaba comiendo era una fruta de precio poco accesible llamada pitahaya

pitahaya tabasqueña contra productos chatarra

pitahaya tabasqueña contra productos chatarra

En plena campaña contra los denominados “productos chatarra”, el titular del ejecutivo federal no pierde oportunidad para machacar que los alimentos procesados en general son nocivos para la salud y que lo mejor es consumir frutas que se producen en el país.

Con el objetivo de mantener los ojos puestos en la ley que prohíbe la venta de productos con alto contenido calórico, coloquialmente conocidos como chatarra, en su más reciente visita a su finca de Palenque, Chiapas, pidió a los mexicanos que consuman frutas como la pitaya, sin reparar en que la que degustó en su desayuno era en realidad una pitahaya, muy distinta en forma, color, género y especie respecto de la primera.

Tampoco consideró que, al clasificarse como una fruta exótica, su precio no es accesible a un amplio sector de la población urbana, en todo caso lo sería para quien vive en áreas rurales y la produce con fines de autoconsumo.

La respuesta en las “benditas redes sociales” no se hizo esperar y hubo quienes refutaron al presidente que resulta más barato comerse un gansito que comprar una pitahaya como las que promueve, por lo que muchos mexicanos seguirán optando por lo primero o algo parecido.

Volviendo al tema de la pitaya a la que se refirió el ejecutivo federal y la pitahaya que se observa en el video del desayuno, es evidente que no fue capaz de distinguir con claridad una fruta de la otra, ni siquiera de precisar que la pitahaya que se produce en el trópico es la misma que se cultiva en la Mixteca y pertenece al género (hylocereus).

La que sí es diferente es la pitaya, que es endémica de las tierras áridas de la Mixteca oaxaqueña y poblana, así como de algunas entidades del occidente del país como Jalisco y Colima. Además, pertenece a otro género (stenocereus), es una cactácea columnar (órgano) y no se enreda en los árboles o tutores de concreto (postes) como la pitahaya.

Pitaya.
Pitaya.

En síntesis, si el presidente de la República iba a hacer un comercial sobre la pitahaya para promover el consumo de frutas que se producen en el país y son poco conocidas, hubiera recurrido a los científicos mexicanos para que lo orientaran o por lo menos consultado la página oficial del gobierno federal, donde se puede obtener suficiente información sobre dichas frutas, pero una vez más le ganaron las prisas y la improvisación, como en muchas otros temas, entre ellos el combate a los “productos chatarra” para prevenir las comorbilidades del coronavirus como la obesidad, hipertensión y diabetes.

Si tenía planeado contrarrestar el consumo de los productos chatarra, pudo haber sido más contundente con un infomercial con mejor producción y postproducción, para no dejar más dudas que certezas.

Mejor aún, debió haber predicado con el ejemplo, mostrando los resultados de una comida sana y ejercicio permanente, pero al parecer hasta en eso no ha existido la congruencia que se requiere; es decir, no puedes pedir a la demás gente que haga lo que tú no eres capaz de hacer por más que lo digas.

Para lo que si resultó favorable el desayuno y el video fue para seguir desviando la atención y que la gente no vuelva a preguntar más sobre los “apoyoseconómicos (por no decir sobornos) recibidos en efectivo y en bolsas de papel por parte de su hermano Pío López Obrador y seguir burlándose del expresidente Felipe Calderón luego de que el INE no le otorgara el registro a la agrupación “México Libre como partido político, curiosamente por haber recibido aportaciones económicas a través de la plataforma CLIP.

Quizá hubiera sido mejor que las aportaciones para impulsar a la naciente organización fueran recibidas en bolsas de papel y en montos superiores al millón de pesos como lo hizo el hermano del titular del ejecutivo en 2015 para apoyar el movimiento de Morena y no en cantidades significativamente menores como argumentan que sucedió con “México libre”.

Eso me recuerda al estudiante de primer año de primaria que se burló de su compañero de banca al decir “ese niño no sabe habar”, cuando él mismo no fue capaz de pronunciar la misma palabra, es decir, tan malo el pinto como el colorado.

El mismo tema de la pitahaya sirvió para contrarrestar el impacto mediático del hallazgo de cortes de carne finos (dignos de los conservadores y gente fifí), en los refrigeradores de la cocina de la titular de la CNDH ubicadas en el Centro histórico de la CDMX, realizado por integrantes de colectivos de víctimas, ya que no fue un tema de la mañanera del lunes 7 de septiembre, como sí lo fueron los actos vandálicos que acompañaron la toma de dichas instalaciones y el enfrentamiento con Felipe Calderón.


Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

 

Facundo Rosas
Ingeniero Facundo Rosas

Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.

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